Ojo seco

El ojo seco es una patología multifactorial, es decir, son diferentes las causas que llegan a provocar esas sensaciones de ardor, arenilla o lagrimeo, entre otras.

Dependiendo de la causa de la sequedad los tratamientos para el alivio de los síntomas van a ser diferentes.

El 30% de la población padece de sintomatología de ojo seco. En edades más avanzadas supera el 90%.

Desde ligeras molestias a daños oculares.

Aunque no es una enfermedad grave, genera muchas molestias y dificulta la visión a las personas que la padecen.

Además puede provocar lesiones corneales y conjuntivales debido a la inestabilidad de la lágrima.

Un buen diagnóstico es la clave del éxito

Conocer ante qué tipo de ojo seco nos encontramos hará que el tratamiento que escojamos sea efectivo.

En Opticare El Bercial contamos con la última tecnología diagnóstica para su valoración.

Visionix VX 120+ Dry Eye

Nos permite valorar el tiempo de rotura lagrimal no invasivo para conocer la estabilidad de la lágrima

La cámara a color permite hacer una galería fotográfica de las glándulas de meibomio para valorar zonas de atrofia

Valorar la altura del menisco lagrimal

Con la lámpara de hendidura valoramos el estado de la superficie ocular, el posicionamiento y estado de los párpados y pestañas, la frecuencia de parpadeo y si éste es completo o no.

Gracias a la fluoresceina podemos determinar que no haya ningún daño en la córnea

¿Cómo puedo mejorar el ojo seco?

En Opticare El Bercial una vez conocemos si nos encontramos ante un ojo seco acuodeficiente, evaporativo o mixto, proponemos diferentes tratamientos que van desde lágrimas artificiales (no todas son iguales, su efectividad será en base al tipo de ojo seco), geles, higiene palpebral, calor, masajes, suplementos ácidos grasos Omega 3, o la adaptación de lentes de contacto de apoyo escleral.

¿Si me llora el ojo puedo tener ojo seco?

Esta es una de las preguntas más frecuentes y la respuesta es SÍ.

 

Si nuestra lágrima pierde calidad, el ojo para defenderse produce más cantidad. Este exceso de lágrimas, muchas veces secundario a un ojo seco leve evaporativo o por pantallas, es superior a la cantidad que puede drenarse por las vías lagrimales y por esto se acumula en el borde palpebral o se derrama por el párpado.

Además se inflama toda la superficie y los párpados, agravando los síntomas.